Toma la espada de la Poesìa
y deshace las huestes de la Realidad
con pulso firme y sin temor
desbarata el absurdo guiòn que recitas obligado.

Arremete aguas arriba en el rìo de la imaginaciòn
deja coquetear a la pluma con la tinta
lanza embates excèntricos simultàneos hacia la gloria
desahoga tus versos de libertad
profundizando sin descanso.

Acelera la expugnaciòn de aquel rudo emporio;
derriba al Hèrcules realista que se burla de tus sueños.

Y todavìa le sobra carburante a los versos
para seguir trepando àvidos hasta la cima,
y plantar en lo alto el pabellòn ondeante.