Ángeles tristes
con rostros de niños
deambulan a la orilla de los siglos.
Desgastados caminantes
avanzan a ningún lado
donde la mano ausente
deposite la limosna.

Coronados de distancias agonizan...

Pequeños Cristos
con una cruz que no pidieron
pululan por los caminos
hieden miserables
con ojos sin lágrimas.

Coronados de silencio no mueren

Sus llagas disparan
flechas al viento.
Lavaré como Pilatos, la miseria
con la sangre de sus costados.

Coronados de misterio se quejan...

Impasibles clavos
arrastran las ausencias
en el Gólgota de las calles
se amparan
se compran
se venden
anudando sus destinos.

Coronados con espinas sangran...

Un manto púrpura se reparte
una bandada de pájaros
se espanta, se diluye
todo pasa.

Coronados de abandono se arrastran...

Ángeles tristes
cuelgan de un pino plástico
parecen ahorcados
con el grito aquél, eterno
de "Padre, por qué..."

Coronados de abandono me aplastan...

Me quitaré la corona
me sentaré un momento
quizá rece un Padrenuestro.

Coronados de distancias
agonizan, nunca cambian.

Coronados de silencio
molestan mi conciencia.

Coronados de misterio yo y ellos
recitamos el sermón de la montaña
repetimos las Bienaventuranzas...

FATAMORGANA
Patricia Lara Arriagada