en la soledad más final de todos los caminos
la guía maxima que me orienta a salir del fin del reloj.

y los brazos cantan y las piedras oyen, y todos se alegran
y aplauden, y cuentan y se emborrachan y lo translucido se me interpone y la angustia me consume y los aires del norte que vienen por mi y que me llevan a sostenimientos de mi locura y tu sangre y luego tu cuerpo viniendo en vaiven lento, y mis brazos caídos del cielo y mi piel quemada por los rayos y tu boca roja y tu piel rosada y tu pelo negro y mis ganas de verte y mis ganas de vivir, y tus pies que te alejan, que te hacen correr entre las matas, entre mis ojos, y mis ojos que te pierden, que te van perdiendo, que te lanzan al abismo.