No puedo realmente decir
si el inicio de este escrito es el final
o si el final de este verso es el inicio frugal
de un equinoccio anverso.

Donde la cronología terrenal
se adhiere a un pedazo letal
de arena o sedimento.

-Donde el tiempo se aprisiona en cada larva de piel-

No puedo realmente decir
si tu me dejas una huella en cada atardecer
o solamente es el sol que con sus querellas
atiza el fuego que se apaga hoy a las seis.

No sé, no puedo decir...
solo puedo argumentar callado y
con la tímida sonrisa que hilvana un atardecer.

¿Moriré sin protestar?
¿Porque así lo quiere la vida y el destino
o será la muerte y mi aciago destierro?

No puedo realmente decir
si el final de este escrito
es el inicio
que implica el percibir
que la vida es solamente transición de carne.

Es veneno que nos suele persuadir
hasta el momento cumbre; donde
el respirar se disuelve y volvemos atrás...
al fondo del episodio que empalma la tierra y una cruz.

¿Atrás o allá no importa?

Sin un motivo real la vida es solamente
trotar delcalzo, ausente de esos pies.

Es morir sin saber lo que realmente te distingue
del cuadrúpedo y del erectus.
Es heredar tus genes con todas esas impurezas
sin una pizca de tristeza.

El gran cañon de arizona, Arizona.