agonia english v3 |
Agonia.Net | Policy | Mission | Contact | Participate | ||||
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
||
![]() |
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() | |||||
Article Communities Contest Essay Multimedia Personals Poetry Press Prose _QUOTE Screenplay Special | ||||||
![]() |
|
|||||
![]() |
agonia ![]()
■ Self-annulment is a prison... ![]()
Romanian Spell-Checker ![]() Contact |
- - -
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 2006-12-28 | [This text should be read in espanol] |
El Rey Melchor
Estábamos de excursiĂłn, unas pequeñas vacaciones de 7 dĂas, junto a compañeros de trabajo de un sindicato. HabĂamos partido de Buenos Aires para recorrer unos 2.000 kilĂłmetros rumbo a la Quebrada de Humahuaca y los Valles CalchaquĂes en las norteñas provincias de Salta y Jujuy de Argentina. Era un 5 de enero y esa noche iba a ser la “Noche de Reyes”, serĂa como las que venĂa viviendo desde hacia muchos años – es decir – no iba a tener “magia alguna”. Estaba cansado. Las imágenes de lo vivido ese dĂa pasaban sin cesar por mi mente: cerros, quebradas; en mis oĂdos aun retumbaban los sonidos y los ritmos musicales del altiplano: villancicos y carnavalitos en quenas, sikus, charangos, guitarras, violines, cajas, ejecutados maravillosamente por los lugareños, vestidos con los tradicionales atuendos ancestrales. Caminaba recorriendo la plaza frente a la Catedral salteña. ReparĂ© entonces frente a mi a una joven abuela, moderna y elegante, pero de sangre aborĂgen, que le leĂa a su nieta Ailiñ una revista infantil. Ailiñ, rubiecita de flequillos lacios y cachetes rosados, bien acomodada en la falda de su abuela, escuchaba la maravillosa historia de los Reyes Magos. Poco a poco fui comprendiendo que estaba siendo espectador de una escena Ăşnica y exquisita. Algo hacĂa sonar en mi alma esas campanitas de mi infancia…..ja. ja. ja…….. a los 63 años ya remotas y olvidadas.- …y los Reyes Magos convirtieron el caballito de Azuad en un caballito de madera. …¿ De madera abuela ? … Âż Como pudieron hacerlo ?... …Porque los Reyes eran magos…por eso !!!.....y asĂ pudo ver Azuad cumplido el sueño de ser amado por un niño ya que los Reyes lo dejaron al lado de los zapatitos de Juan, quien justamente se los habĂa pedido. La niña estaba fascinada, además sus propias expectativas sobre esa noche iban en aumento. …………¿ Que me traerán a mi abuela ? Âż Cumplirán con mi pedido ?..... Âż No será mejor haber pedido un caballito de madera, como Juan, el niño del cuento ?. ……… La abuela seguĂa leyendo……cada año, doce dĂas despuĂ©s del nacimiento de JesĂşs, los Reyes reparten juguetes a todos los niños del mundo………y Melchor, Gaspar y Baltazar que viajaron desde Oriente guiados por la estrella de BelĂ©n, le llevaron a JesĂşs tres regalos muy preciados en esa Ă©poca: mirra, incienso y oro. ……….Âż Que es mirra, abuela ? …………Una resina muy aromática, quiero decir una sustancia que al quemarse produce un perfume…… ……….Ah ! – decĂa Ailiñ – no muy convencida con la respuesta y pensando seguramente que los Reyes no le iban a traer eso a ella, su pedido era una muñeca y unas castañuelas. Lo que habĂa escuchado hasta ahĂ me transportĂł a mis recuerdos de niño y a esas preguntas que solo el tiempo me respondiĂł: Âż Como harĂan los Reyes para transportar tantos juguetes en una noche ? Âż Como es posible que entren en mi casa sin ser vistos ? Âż TendrĂa esto que ver con portarse bien o portarse mal ? Entonces decidĂ por esa noche convertirme en el REY MELCHOR. No habĂa advertido hasta ese momento las jugueterĂas y los negocios alrededor de la plaza salteña que estaban repletos de gente. Asi fue que convertido en REY comprĂ© varios regalitos para mis compañeros de viaje, a los artesanos que habĂan desplegado e improvisado sus puestos de venta desde temprano. EsperĂ© ansiosamente la noche. Una vez que todos estuvieron ya dormidos en el hotel, depositĂ© los regalos en la puerta de cada habitaciĂłn. Todos eramos adultos y nadie habĂa dejado los zapatos preparados. A la mañana siguiente, en el desayuno, todos estaban sonrientes tratando de adivinar quien habĂa sido el misterioso REY MAGO. Yo me reĂ para mis adentros…ja …ja. (es un secreto que aun conservo). Me sentĂ agradecido a esa abuela y a Ailyñ, que con su inocencia, me hicieron descubrir que es tan lindo recibir regalos de Reyes, como hacerlos, cualquiera sea la edad que tengamos. Volver a ser niños fue la magia. EL REY MELCHOR
|
||||||||
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
|||
![]() | |||||||||
![]() |
Home of Literature, Poetry and Culture. Write and enjoy articles, essays, prose, classic poetry and contests. | ![]() | |||||||
![]() |
Reproduction of any materials without our permission is strictly prohibited.
Copyright 1999-2003. Agonia.Net
E-mail | Privacy and publication policy