Puedo pisotear tus ilusiones,
descubrirte un mundo bueno y malo en mi persona...

Debo admirarte para amarte,
sonreír con tus sentidos, mirar juntos el océano.

Abrir nuestras almas,
sean claras, vueltas negras,
por la altura, la distancia.

Ser por siempre lo que somos,
mirar hacía arriba
detenernos para siempre en nosotros...

Puedo darte todo,
si es que eres lo que eres,
lo que amo y deseo con el cuerpo,
con la mente, con la vida...

Entonces caminemos; si te fallo,
si me fallas, eso es rutinario
entre nosotros
gozar con juegos del dolor...

Es por eso que nos amamos,
pues nos gustan esas cosas,
peligrosas,
pues por siempre el dolor es dulce, bueno,
purificador, el sufrimiento.